miércoles, 12 de mayo de 2010

Por el principio

Es una manera como otra cualquiera de empezar, pero ésta me parece muy apropiada.

Redescubrir la fascinación que para la mente de un niño produjo esta canción y sobre todo este sonido, que a la postre sería la resultante de cómo soy y del porqué de muchas de mis manías sonoras y por ende estéticas. A pesar de que en el video de mas abajo tomado de la televisión francesa aparece como fecha 1978, el tema apareció originalmente en 1975, en plena efervescencia punk continental. Cuando los jóvenes británicos y no tan británicos respondían al hippismo y al stablishmen con su nihilismo refrescante y renovador Kraftwerk lo hizo dando un portazo a todo lo anterior, desde el hippismo de ambas orillas del Atlántico a todo lo que oliese a rock pasando por el abandono de lo que para muchos era la evolución natural e “inteligente” de la “buena” música, entiéndase aquello del rock progresivo; abandonaron el pelo largo por el corte demodé años 20, el look multicolor y monocolor salpicado de tachuelas por el uniformismo contestatario, el espectáculo del directo visceral y caótico por una puesta en escena provocativamente hierática; para colmo llevaon al culmen aquello tan indie y moderno del yourself made construyendo sus propios instrumentos y su propio estudio de grabación. Todo ello desde una metrópoli tan poco glamourosa y cosmopolita como Düsseldorf, no podia ser de otro modo. Finalmente, contestaron sustituyendo la “protesta” por sonido, el nihilismo por inteligencia, el no future por investigación curiosa fuera de los cauces trazados, y así nació una leyenda de la que hoy son deudores todos los que apuestan por la electrónica como herramienta, vamos, como decir casi todo el mundo, lo quieran o no. Un sonido diferente, un monumento a la razón personal el medio del caos, una bofetada a lo adecuado y pertinente que provoca la fascinación en los oidos de un niño. Hay manifestaciones que te fascinan y no sabes porqué, quizá lo intuyas mucho tiempo después, pero no hay nada comparable a aquel momento, por mucho que intentes explicarlo. Hoy buscamos otras maravillas. Quizá con ellas volvamos a escuchar como entonces y con esa curiosidad infantil y la razón adulta descubramos otros mundos que no se trazan en ningún mapa.





No hay comentarios:

Publicar un comentario